Reto Silver 50

En mayo de 2021, con mi melena multicolor de mechas rubias, tinte cobrizo y raya gris asomando por la frente, me abrí una cuenta de Instagram. Quería documentar mi transición y compartir experiencia con otras mujeres que estaban pasando por lo mismo.

Le puse nombre a mi cuenta: @retosilver_50.

Porque para mí era un auténtico reto conseguir una melena silver, con canas, plateadas —llámalo como quieras—, al cumplir los 50. Tenía 19 meses de margen para lograr mi propósito. Había tiempo de sobra.

Pero, en realidad, yo necesitaba creer que podría deshacerme de todo el tinte mucho antes. ¿Podría hacerlo en seis meses o un año? Siempre me ha crecido el pelo muy rápido, a lo mejor era posible en ese tiempo. Y realmente lo es, si te haces un corte tipo pixie, aunque no era esa mi idea.

Empecé la transición emocionada, animada, empoderada, entusiasmada.

Y en Instagram, efectivamente, me encontré con otras mujeres, realmente maravillosas todas, que estaban en el mismo camino que yo, o incluso, lo habían terminado hacía tiempo.

Compartir mi transición con ellas fue una experiencia increíble desde el principio. Nos apoyábamos mutuamente, nos animábamos… mujeres de todo el mundo conectadas por el color del cabello. Guardo un recuerdo precioso de esa época.

Porque no se trataba solo de pelo. Quien lo prueba, lo sabe. La transición a canas es mucho más. Es una auténtica transformación personal.

Cuando empiezas el proceso te miras mucho al espejo. Cada día varias veces, y esperas ver diferencia en la longitud del cabello natural. ¿Me ha crecido? Y buscas una regla e intentas medir los milímetros.

Estás deseando terminar, porque amas el gris, pero no soportas esa parte teñida que se va oxidando cada vez más. Quieres que el cabello natural crezca raudo y veloz, para poder cortar todo lo demás y acabar.

Luego, con los meses, le vas cogiendo cariño al pelo multicolor.

Y, a final, te da tristeza finalizar un proceso que te ha enseñado más de lo que esperabas.

No os voy a engañar, también hay baches en el camino. Días que te miras a espejo y no sabes qué estás haciendo. Que no puedes más con esas puntas naranjas, y coges unas tijeras y cortas de manera impulsiva y sin saber. O te rapas un lateral de la cabeza con la máquina cortapelo de tu marido. Me declaro culpable de todo eso.

Otras veces, te lanzas desesperada a comprar productos para ver si puedes camuflar el naranja horroroso de las puntas. Y das con algunos que funcionan y otro que no. Los que sí, te dan un respiro para seguir.

Y de respiro en respiro, experimentando, probando… casi sin darte cuenta, acabas tu transición.

La mía duró unos 14 o 15 meses pero hasta los 17 no me di cuenta que, realmente, no quedaba rastro de tinte en mi cabello.


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